En la página web de la Infraestructura de Datos Espaciales de España (IDEE), se define una Infraestructura de Datos Espaciales (IDE) como un sistema informático integrado por un conjunto de recursos (catálogos, servidores, programas, aplicaciones, páginas web,…) que permite el acceso y la gestión de conjuntos de datos y servicios geográficos (descritos a través de sus metadatos), disponibles en Internet, que cumple una serie normas, estándares y especificaciones que regulan y garantizan la interoperabilidad de la información geográfica. A partir de esta definición, consideramos que una IDE debe reunir tres características ineludibles: presencia de información de tipo espacial o geográfico (en la línea de los Sistemas de Información Geográfica), accesibilidad a través de la Red y un diseño desarrollado según unos estándares y normas, a fin de hacer posible la compatibilidad entre diferentes IDE.
Centrándonos en el patrimonio arqueológico, que es el tema de nuestro interés, conviene destacar dos cuestiones fundamentales: la primera, que el diseño de un registro adecuado de la información arqueológica es doblemente necesario debido a que su propio proceso de obtención conlleva con frecuencia su destrucción, particularmente en la excavación. Es por esto que la recopilación exhaustiva de datos es imprescindible. Se trata de no perder ningún tipo de información que pueda ser analizada y que nos pueda facilitar un mayor conocimiento del momento histórico que estudiamos. Y la segunda, que el patrimonio arqueológico este posee dos características intrínsecas que lo hacen idóneo para su integración en sistemas de información de este tipo: la materialidad y la espacialidad.
El patrimonio arqueológico se compone de toda una serie de entidades materiales (artefactos, estructuras, suelos, etc.) que son producto directo o indirecto de la actividad humana y, que, además, han sufrido, tras su uso histórico, una serie de procesos de deposición y alteración que han modificado su propia materialidad. Las entidades arqueológicas tienen por lo tanto una materialidad compleja, que es el resultado de una serie de procesos históricos y físicos, y que es susceptible de ser analizada de forma sistemática por la Arqueología para interpretar la naturaleza de dichos procesos y el contexto sociocultural que los generó. Si este análisis lo enfocamos desde una perspectiva digital, la descripción analítica de las entidades arqueológicas implica el desarrollo de un modelo de datos que nos ayude a estructurar y a gestionar la información que nos proporcionan: bases de datos, modelado y restitución 3D de estructuras y artefactos, etc.
Por otra parte, las entidades arqueológicas tienen una naturaleza espacial que les viene dada por la posición, forma y dimensiones del contexto de hallazgo. Este tipo de información es susceptible de ser descrita mediante un modelo digital de datos espaciales como serían, por ejemplo, el levantamiento de planimetrías 2D y 3D con CAD y GIS perfectamente georreferenciadas, donde cada elemento sea dotado de coordenadas (esto nos permitirá realizar análisis macro y micro espaciales), implementación de series estratigráficas completas, y donde estos datos espaciales se recopilarían mediante el uso de drones, escáneres y/o estación total, o fotografías para la fotogrametría.
Además, la digitalización de la información procedente de una intervención arqueológica nos permite el uso de grandes cantidades de datos, lo que posibilita a su vez que podamos tener un mejor conocimiento de los fenómenos históricos objeto de estudio. La creación de los sistemas de información facilita la introducción de datos, pero sobre todo, organiza la forma en que se hace, facilitando igualmente su rápida difusión y el acceso a la misma, no solo entre especialistas, sino también entre el público en general. Sabemos de la importancia que la animación y el modelado 3D está cobrando en los proyectos de musealización, dada la facilidad de las imágenes para proporcionar una correcta comprensión de momentos y hechos históricos.
La recopilación e incorporación sistematizada de información debería ser, por lo tanto, un objetivo prioritario en la investigación arqueológica. Y esto es así no solo para yacimientos cuya excavación se inicia o que están en pleno proceso de excavación, sino para los que ya lo han sido con anterioridad y cuya información se encuentra en formatos perecederos y obsoletos. Creemos que todo yacimiento arqueológico es susceptible de ser revisado y que cada documento e información conseguidos deberían poder integrarse en un formato legible y actual para que la información sea accesible para todos.
Webgrafía
http://www.idee.es/resources/presentaciones/JIDEE08/ARTICULOS_JIDEE2008/Articulo67.pdf
http://idepatri.cesga.es/
https://www.fgdc.gov/nsdi/nsdi.html
http://inspire.ec.europa.eu/
http://www.idee.es/jornadas